PAGINA VALDENSE

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martes, 24 de julio de 2012

Testimonio de los participantes a la Escuela Bíblica:


“Nunca se me pasó que podría ser útil a mi comunidad”

La Escuela Bíblica del Programa de la Acción Apostólica Común en Villa Río Bermejito, provincia del Chaco. 
Presentamos unas entrevistas grupales sobre dos talleres realizados en la comunidad de Villa Río Bermejito, provincia del Chaco.

Durante el mes de junio de 2011 se realizaron dos talleres. Uno tiene como título: “Liderazgo responsable” y el otro “Ocupación de la tierra I”. Este taller tiene este ttítulo porque el período bíblico-histórico que abarca está relacionado con la llegada del pueblo hebreo a la tierra prometida en Canaán. La historia de Rut y Noemí nos ayuda a presentar el tema de género en el taller.

Se decidió trabajar sobre estos temas porque es importante para el proceso de organización de las comunidades e iglesias reconocer personas que tienen actitudes o están en condiciones de participar activamente de estos procesos de manera especial, guiando o fortaleciendo la organización. También es fundamental reconocer a las mujeres como personas capaces de participar de estos procesos, como constructoras de la comunidad y con roles distintos de los varones pero de igual valor, con voces que pueden ser oídas y respetadas.

Entre los asistentes a estos talleres se encuentran: personas que participan de iglesias evangélicas pentecostales, pastores, mujeres, jóvenes, adultos y ancianos de las comunidades, además de presidentes y secretarios de varias asociaciones civiles.

A través de las entrevistas queremos  conocer la incidencia de estos talleres en la vida de las personas que los han vivenciado. Queremos pensar y compartir cuál ha sido la relevancia de estos temas entre los y las participantes.

Lectura bíblica en clave de interculturalidad.

ENTREVISTA A LAS PARTICIPANTES DEL TALLER “OCUPACIÓN DE LA TIERRA 1”

"La ayuda mutua nos hace más fuertes..."
   Las mujeres que participaron del taller se reúnen en ronda para reflexionar sobre lo visto. La entrevistadora, Laura Tolu, les pregunta sobre como se ven ellas mismas, como mujeres, cual es el lugar de ellas en la comunidad y que cosas ellas pueden hacer que antes no se hacía. Luego, las mujeres hacen silencio y reflexionan sobre el tema.
   Al rato, Lucía, una de las participantes, abre el diálogo: “Cómo ellas (hace referencia a Rut y Noemí) han buscado eso de protegerse, luchar juntas y la importancia de que la mujer tenga su hijo, su familia. Eso hace sentir más una persona. Viendo a veces la situación de muchas mujeres que no quieren tener hijos, pero ella viendo eso dice que es un derecho tener un hijo. Porque la hace más importante. A veces situaciones como esta para las mujeres no es fácil llevar adelante. A veces como mujer se siente más débil. La ayuda mutua de cada una es como que hace más fuerte.”
Nancy agrega que la historia le hace pensar en su vida. “Mucha gente habla mal de mi porque no pertenezco a ninguna iglesia y muchas veces en las comunidades, cuando uno empieza a ir a estudios bíblicos como estos, no es bien visto. Viendo la historia de Rut, una muchacha que no era del pueblo judío, cómo su suegra, entre ellas se ayudaban. Cuando yo, el año pasado quería abandonar la Escuela Bíblica, mi madre me decía que no abandone. La fuerza entre dos mujeres hace que una siga adelante. Siempre con el consejo de alguien mayor.”
   Clementina también cuenta: “A pesar de que voy a la iglesia, la gente de mi comunidad me dice cosas: ‘para que voy a estar estudiando’, ‘no sirve  lo que pueda hacer el día de mañana’, que la gente no tiene esperanza en mí, sobre lo que voy a hacer el día de mañana. Pero mi madre me dice que siga adelante.
   Otra particpante, Silvia, también comparte su testimonio: “soy muy jovencita; yendo a algunos lugares lejos, no es confiable para una jovencita, hay muchos peligros, pero mi madre confía en mí e insiste y me ayuda a que siga adelante.”
   Luego, Mirta, la profesora en idioma qom que ayuda a la entrevistadora a entender lo que dicen las mujeres, reflexiona: “yo cuando miraba la historia, me costaba entender. Rut era de otro pueblo distinto de Noemí y muchas veces otra hermana de otro pueblo nos ayuda a pensar mucho, a veces necesitamos de su ayuda y sin darnos cuenta formamos parte de la familia de esas personas, como Dios nos une a pesar de las diferencias de pueblos. Pero cuando el objetivo es uno las mujeres se unen y luchan juntas por un bien mejor.


   Justamente por mi hija empecé a leer la Biblia para que me acepten en los estudios bíblicos, porque las mujeres siempre se quedan en la cocina. Porque había muchas cosas que se predicaban de otra manera, que no te ayudan, que te dejaban al abandono porque Dios mismo te va a bendecir, pero viendo la situación sabe que es diferente, busqué el mensaje que la Biblia tiene para nosotros.
"La historia de Rut me ayudó a valorarme como mujer"

  Cuando leí la historia de Rut me ayudó, me animó como mujer a valorarme como mujer. No quedarme con esa predicación de que te vas adoras a Dios y todo lo demás vendrá solo. Cuando vi la historia de Rut no era así, las mujeres tenían que salir a luchar por sus derechos, contando con los consejos de las ancianas que son muy buenos, porque ellas conocen que va a pasar en el futuro. No es que no escuchemos a la persona que tiene nuestra edad, hay que valorar y rescatar lo bueno de lo que nos aconsejan y reflexionar.”





ENTREVISTA A LOS PARTICIPANTES DEL TALLER “LIDERAZGO RESPONSABLE”

Reunión de estudio bíblico.


   La ronda está reunida y la entrevistadora, María Laura Tolu, les pregunta sobre como  ellos, dirigentes comunitarios y religiosos Qom, reflexionan sobre su experiencia a partir del taller sobre liderazgo en el que han participado en la Escuela Bíblica. Luego de un rato en el que los hombres estaban en silencio, Juan Carlos abre el diálogo: “conocíamos la palabra liderazgo, pero no sabíamos el significado de la palabra. Ahora vemos de otra manera: vimos que lo que están al frente de nuestra comunidad algunas veces hacen mal las cosas, a lo mejor por no entender o por no saber las cosas. En realidad, ahora vemos las cosas de otra manera: tenemos nueva visión de poder cambiar las cosas. Porque yo creo que lo que estudiamos acá no se habla en otros lugares.”
   “Nunca se me pasó por mi mente de que podría ser útil para mi comunidad. A veces me pongo a pensar de nuestra historia. Le transmito a mis compañeros las cosas que veo acá. Algún día, si terminamos la escuela, y volvemos a nuestros lugares, seguramente la gente va a ver a otra persona. Durante la carrera de tres años se aprende, tenés otra forma de pensar y también de ayudar a tu comunidad. Mi meta es esa, el día de mañana ser útil a mi comunidad. Yo creo que todos los muchachos que están acá tienen capacidad para eso”, agrega.
   Luego, Ángel dice: “Gracias a los profes se ha aclarado un poquito en mi mente la preocupación de mi comunidad. Casi todos hicimos un esfuerzo, eso es lo que observo.”
   Después Luis señala: “Parte del gobierno, parte de las luchas, eso merece que alumbra bastante, merece enfrentarlo, que la lucha no es tan fácil, pero por medio de esta escuela, nos dicen muchas cosas. Ahora ya tenemos referencia, en qué lugar estamos. Con la experiencia y la edad vamos creciendo para que vayamos bien.”
Auden Charoles, integrante del equipo educativo de la
Escuela Bíblica.
   El auxiliar en Idioma Qom, Auden Charoles, afirma: “El objetivo de la Escuela Bíblica es que todos los temas que se tratan tienen que ser claros, entendidos, para que salgamos de aquí con una preparación firme, ya teniendo una respuesta para cualquier pregunta.  En muchas de nuestras comunidades nos esperan con preguntas de varios temas. Lo más importante es que vayamos entendiendo, comprendiendo y también aplicando.” Y agrega: “muchos quieren ser líderes, pero el significado de la palabra en sí no se sabe, quiero ser líder, pero ¿cuál es mi rol como líder?”
   Ángel vuelve a tomar la palabra y recuerda:  “En el año 2006, cuando tuvimos una protesta de abandono total de mi comunidad (El Espinillo) y yo usaba mi propia preocupación del abandono de mi comunidad, entre el gobierno y luchar, y nada más, para que salga alguna ayuda a mi comunidad. En  ese momento no sabía nada de lo que estábamos hablando.”
   Luis también rememora: “Entraron a la casa de gobierno y empezaron la huelga de hambre y esa es la historia de los luchadores del 2006. De las leyes, del gobierno no se sabía”
   Auden reflexiona al respecto: “hubo muchos diálogos entre varios dirigentes porque si no había, seguramente no podían conseguir un resultado bueno para su comunidad, entonces un líder nunca tiene que estar cerrado, en un espacio muy cuadrado. Ellos estaban adentro de la casa de gobierno, pero afuera había otros líderes que conocen como es la legalidad del estado. Tengo la valentía de ser un buen dirigente comunitario pero también tengo que buscar un dirigente que tenga conocimientos jurídicos para evitar cualquier cosa. Y también es así en lo religioso, porque en las comunidades indígenas siempre nos aferramos más a lo que es la Palabra de Dios y la espiritualidad, y creo que nuestra dirigencia sin esta espiritualidad no puede avanzar. Y siempre por mas que tengamos capacidad, sino tenemos presente a este Dios no vamos a realizar buenas cosas para nuestro pueblo.”
“Antes del 2006 yo nunca participé de ningún curso para liderazgo, pero cuando entré a defender a mi comunidad y todo lo que vimos acá el año pasado no se vende, no se compra las luchas eso no lo comprendí, pero lo tengo y sostengo mi fuerza, no vendí. Cuando llegué a la Escuela, eso aprendí”, acota Ángel.
Audén agrega a lo que señala Ángel: “si nos ponemos en lugar del dirigente, eso es lo primero que uno tiene que estudiar. Un líder, un dirigente surge en un momento determinado, una situación. Los dirigentes máximos de El Espinillo surgieron por una situación grave, y como bien dijo él, esa situación no se negocia con una cosa barata. Pasa lo mismo con las cosas de Dios: el dirigente religioso tiene que tener en claro que la Palabra de Dios no se negocia. El dirigente tiene que ser muy honesto, abierto y sincero.”
   Ángel rememora una anécdota: “Una vuelta, medio que no quería hacer todo lo que estoy pensando para defender las comunidades, cuando todavía no había entrado a la Escuela Bíblica. Entonces, me quedé pensando: “no se si voy a seguir”. Pero cuando comenzó la Escuela, la comisión fue a El Espinillo y comentó que hay una Escuela Bíblica, y preguntábamos ‘¿qué es la Escuela Bíblica?’ y nos decían se practica la Biblia, los profetas, las leyes, el derecho y dije: ‘¡Ah! que bien’ y volví a reaccionar para tener fuerza y vine.”




Referentes de la Comunidad Qom de Villa Río Bermejito (de izquierda a derecha): Daniel Silvestre, Margarita Cantero, Timoteo Leiva y Auden Charoles.




   Otro participante cuyo nombre es  Reyes también comparte su experiencia: “Estaba recién congregándome en la iglesia y después  vine a la Escuela Biblica, porque  dije: ‘de paso quiero aprender’. Al yo convertirme a la familia de Dios, dije: ‘voy a aprender así voy a servir a la iglesia’. Porque otra cosa no me queda, yo estaba enfermo de tanto tomar alcohol, vino, y ahora esa enfermedad que yo tenía se me está yendo. En la iglesia comento que acá soy nuevo pero que la única solución que hay es el Evangelio. En la clase leímos el texto de 2 timoteo 1: 1-6: ‘Por lo cual te aconsejo que despiertes el don de Dios que está en ti’ y me empieza a revolucionar lo que está ahí escrito y cada tanto le pego una hojeada. Eso también es lo que es querer ser líder para servir a la iglesia, servir para mi comunidad, es mucha la necesidad estando en la orilla del pueblo (Castelli)”.
































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