PAGINA VALDENSE

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lunes, 3 de abril de 2017

Ser mediadores…


En este pequeño artículo vamos a ver conjugado el trabajo y las experiencias vividas por Blanca Geymonat en el desarrollo de su trabajo con la comunidad Qom. Un testimonio que nos invita a pensarnos y repensarnos en el rol de mediadores.

Respeto, cariño, cabeza y corazón abiertos. Quizás estas serían las cosas que se me vienen a la mente cuando tengo que pensar en facilitar diálogos. 

Durante unos cuantos años estuve en ese trabajo que  llamaba de bisagra, que une y permite movimiento. Y eso también es importante, saber que podemos contar con el otro, la otra, nos unimos en la vida, convivimos, pero que al mismo tiempo cada uno, cada una se puede seguir moviendo –y movimientos de todo tipo, sentimientos, aprendizajes- con su ritmo, con su cultura, con las cosas que le parecen importantes, con su fe.

Quiero decir que no podemos nunca confundir facilitar diálogos con “llegar a una sola opinión” tenemos que tener mucho cuidado con esto. Seguramente cuando dialogamos cambiamos todos y todas pero el resultado de esos cambios no pueden estar “previstos”. Si deseamos propiciar un diálogo para llegar a una verdad, nuestra verdad, no será bueno para nadie.

Y además creo que los y las que somos parte de grupos, movimientos de fe que sufrieron la persecución y violencia de aquellos que se creían dueños de la verdad, deberíamos tenerlo muy presente cuando nos acercamos a personas que tienen otra cultura, otras opciones de vida.

Pero, el respeto es fundamental. Seguramente como facilitadores de diálogos siempre tenemos, nuestra verdad, nuestra cultura, nuestras opciones. Es más el respeto por los demás nos exige conocernos muy bien, saber quiénes somos, cuáles son nuestras raíces, nuestras esperanzas. Billyjo Wapotro un gran líder del pueblo Kanak, me dijo una vez, no intentes enseñarle a los Qom su cultura y tampoco es tu obligación defenderla - tu trabajo es facilitar que los Qom tengan posibilidades de conocer y defender su cultura- pero sí es tu obligación conocer tu cultura para poder dialogar, si no respetas tu identidad no te vamos a creer que respetas la nuestra.

Cuando intentamos facilitar los diálogos intergeneracionales eso es muy claro, si somos viejos e intentamos “hacernos los jóvenes” no lograremos facilitar ningún dialogo, pero si somos viejos y estamos convencidos que cuando los jóvenes crezcan van a cambiar, tampoco.

Para ir terminando, en el camino de Jesús: si tenemos gente con muy distintas posibilidades, por ejemplo una cultura dominante, o que cuando dialogamos lo hacemos en el idioma de uno de los grupos –con todo lo que eso significa- muchas veces facilitar quiere decir también equilibrar, ponerse del lado del débil. Todo lo que hacemos debe tener como fin último el Reino de Dios y su justicia, respeto no quiere decir aceptar cualquier cosa. El diálogo no es un fin en sí mismo sino la posibilidad de lograr más y mejor vida para todos y todas.

Blanca Geymonat Gonnet


Artículo publicado en Página Valdense en la edición de Diciembre 2016- Enero 2017