PAGINA VALDENSE

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miércoles, 5 de diciembre de 2012

Entrevista a Miguel Bowes, perforador, buscador de pozos de agua dulce:



 Tobas y Wichis en el Chaco: “el panorama es desolador” por la sequía reinante

Por Eduardo Obregón

Miguel Bowes, quien es perforador -él se presenta a sí mismo como “pocero”, buscador de corrientes de agua dulce subterránea- viajó a mediados de noviembre a Castelli, provincia del Chaco, para ayudar a las comunidades Qom (Tobas) a buscar fuentes de agua pues están padeciendo una sequía sin precedentes en la zona. Luego de explorar el terreno y poner en condiciones las maquinarias necesarias para esta labor, volverá a principios de diciembre al Chaco con la esperanza de concretar su cometido.
Profesor Miguel Bowes.




   Miguel Bowes es oriundo de Entre Ríos, vive en el campo, en una zona lindante a San Gustavo, Departamento de La Paz. Sus actividades laborales transcurren entre dos tareas aparentemente disímiles entre sí: es profesor de inglés en la escuela secundaria de Pueblo San Gustavo y tiene, junto a un hijo, una empresa de perforación. Me permito decir que “aparentemente” estas tareas son disímiles porque en realidad ambas actividades tienen como finalidad colaborar con el desarrollo social. Miguel se presenta: “soy docente y tengo otra actividad que es la de perforación. Siempre he trabajado con el tema del agua, y hemos ido al Chaco a darle una mano al pastor Jorge Collet, a tratar de solucionarle el problema gravísimo de agua que tiene en este momento.”
   Miguel estuvo trabajando en Castelli, junto a las comunidades Qom vinculadas a los programas de la Junta Unida de Misiones (JUM), un proyecto ecuménico coordinado por el pastor Jorge Collet que viene desarrollando sus actividades en la zona desde hace casi cincuenta años.

La sequía y el desmonte

     -¿Ya habías conocido con anterioridad la experiencia de la JUM?
  -Sí, había ido antes, como hace dos años, y había hecho algunos trabajitos. Pero hace dos años no era tan grave como en este momento. Ahora, los pozos calzados la mayoría están secos, los arroyos y los préstamos (excavaciones artificiales para juntar agua de lluvia) están todos secos en ese lugar del Chaco, en el Impenetrable. Más al sur, hasta Roque Sáenz Peña ha llovido más, está más verde y hay más agua.

   -Fuiste al Chaco, llegaste a la JUM y, ¿con qué panorama te encontraste?
   -La verdad que el panorama es desolador porque, como todos sabemos, el 80% del agua en el Chaco es salada por su formación geológica, ya que eso ha sido un mar hace millones de años. La poca agua dulce que había está más en superficie, a 6, 7, y 8 metros, y en este momento las napas esas están secas por la falta de lluvia. La lluvia es la que incide en cargar esas napas; el Chaco no tiene casi ríos, y en particular, esa zona tiene un solo río que es El Bermejo al norte, que es el que, mal que mal, surte algunas poblaciones de agua, porque es un río que casi nunca se seca porque sus nacientes están en la cordillera.
   A diferencia de Entre Ríos, de donde soy oriundo, en donde las napas se cargan por las arenas de los arroyos y ríos, en el Chaco, al haber pocos ríos se cargan por las lluvias. Entonces, cada vez hay menos agua en las napas. Es un problema casi irreversible provocado por la deforestación y por el régimen de lluvias, que está bajando por otros sinnúmeros de cosas que están pasando en la naturaleza. Es decir, por el desequilibrio que hace el hombre.
   Los vientos cargados de lluvias que entran al interior de América del Sur se van descargando y al llegar al Chaco Salteño tienen muy poca humedad, entonces las precipitaciones no llegan o lo que llega es menos.

   -Se desmonta el Impenetrable con una finalidad agrícola pero la paradoja es que también esta actividad agrícola se siente dañada por la sequía.
   - En este lugar del Impenetrable hay mucho monte todavía pero cada vez se deforesta más. Y esto es por la famosa “sojización” de la economía. Y con estos híbridos de semillas que tenemos hoy, que necesitan menos agua, que son transgénicos, que son para la agricultura algo fenomenal pero para la ecología no tanto.

"Ahora, los pozos calzados la mayoría están secos, los arroyos y los préstamos (excavaciones artificiales para juntar agua de lluvia) están todos secos en ese lugar del Chaco"













Estado de situación

   Miguel trabaja en el predio de una reservación en donde hay aproximadamente sesenta personas pertenecientes a una comunidad Qom. “En un viaje anterior arreglamos unas bombas que tienen ellos en un préstamo -recuerda Miguel-, teníamos que arreglar un molino que bombeaba agua de un río hacia arriba de la barranca pero este río está seco ahora, así que tenemos que hacer una perforación lo más urgente posible. En este momento están cavando en el lecho del río unos pozos a ver si se filtra algo de agua para darle de tomar a las vacas.”
   “El agua que tienen almacenada tiene unos centímetros de altura… y con esa poquita agua tienen que administrarse y darle de beber a sus animales”, relata Bowes, y agrega: “lo más grave son las bacterias que se van a ir multiplicando con las eses de los animales. Después hay otro préstamo en el que bombean agua con un grupo electrógeno que hay en una sala de primeros auxilios en el medio del monte, y por ahora están subsistiendo las familias con esa agua del préstamo chiquito, y el otro préstamo lo están reservando para las vacas pero si no llueve se va a poner crítico. Para colmo, los préstamos en estos lugares del Chaco no se pueden hacer muy hondos porque a poco cavar comienza una pequeña capa de arena, entonces el agua se filtraría por la arena. Esto es una pena porque una solución podría ser hacer préstamos mucho más hondos para almacenar una buena cantidad de agua. Y como no hay medios para ponerle una cobertura plástica en el fondo de estos préstamos para evitar la infiltración… pero siempre volvemos al tema económico.”

   -¿Cómo están las familias en este momento, en cuanto a sus condiciones de vida…?
   -Estas familias están viviendo gracias a la asistencia social del gobierno chaqueño, tienen sus vacas en este predio de 500 hectáreas pero hay que tener en cuenta que el monte puede albergar una vaca cada 10 ó 15 hectáreas, o sea que es muy poca la carga animal que pueda tener eso. Y estas familias están sobreviviendo gracias a esos animales  y a la asistencia social, los alimentos que se les lleva de Castelli. El tema de su cultura, la caza, la pesca y la recolección de frutos del monte ya pasó a la historia. Eso no existe más.
   Al haber tanta seca ya no hay pájaros; acostumbrado en Entre Ríos a ver más pájaros, aun aniquilados por la agricultura y los insecticidas, y les pregunté: en esos montes exuberantes, ¿adonde están los pájaros? Y los maestros me contestaron que hay muy pocos por la seca. Así que imaginate que si emigran los pájaros la cosa es grave.

“El agua que tienen almacenada tiene unos centímetros de altura… y con esa poquita agua tienen que administrarse y darle de beber a sus animales”













Un héroe anónimo

   Miguel Bowes recorre 800 kilómetros desde su casa hasta Castelli, valiéndose de los recursos que le provee la Iglesia Valdense de La Paz-San Gustavo para los viáticos y otros que salen de su propio bolsillo. El modo de ser de Miguel me hace evocar a aquel personaje de la historieta de Hector Oesterheld, El Eternauta, el profesor Favalli, un hombre cuyos conocimientos sobre ciencia y tecnología, provenientes de la era maquinísta, de un cierto momento de auge industrial, estaban a disposición de la comunidad en pos del progreso social.
   El profesor Bowes siente como propio el padecimiento de los aborígenes en el Chaco, le preocupa el futuro de aquellas personas ya que si no se halla una solución definitiva y pronta del abastecimiento de agua tendrían que migrar hacia otro lugar. “Sí uno pudiera sacar un poco de agua dulce para la población, y poder solucionar con agua salada, porque como vos sabés, el ganado aguanta cinco veces la salinidad del hombre en el agua,  esta gente podrían quedar ahí. El tema es encontrar una napa, aunque sea de poco caudal, para que surta de agua dulce a estas familias”, plantea el profesor.
   Por otra parte, ¿Qué suerte correrá esa gente si se tiene que ir de esas tierras? La perspectiva que ve Bowes no es nada halagüeña: “Van a tener que vender la hacienda y le van a pagar “chauchas y palitos”, además no hay ningún lugar adonde llevar esa hacienda porque todo el mundo está en esa misma situación.”
  
   -Estás poniendo tu tiempo y tu esfuerzo, incluso económico, ¿Cómo es que nace en vos esta vocación solidaria?
   -Una vez me comentaron en la iglesia que hacía falta allá (en Castelli) gente que tenga conocimientos de agua como yo, para solucionarles un poco los problemas. Entonces, me ofrecí, tengo todos mis amigos dentro de la iglesia, y es muy lindo porque me siento útil, y con mi oficio puedo ayudar algo, puedo mejorar la vida de algunas personas, si Dios quiere. Y bueno, no todo pasa por lo económico en la vida.
   Puedo darme el lujo de ir a darles una mano y dejar mi trabajo acá en Entre Ríos. Por supuesto, no puedo ir por tiempo ilimitado. Me reemplaza un hijo mío acá, tengo con él una pequeña empresa en la que trabajamos en el tema de las perforaciones, todo lo que tiene que ver con el agua, y por eso puedo darme el gusto de ser un poco solidario.
   Pero me encontré con condiciones muy desfavorables, y esta máquina que estaba muy maltratada y deshecha, por supuesto, es una máquina usada y ahora la estoy reparando un poco para volver en mejores condiciones y poder perforar en el menor tiempo posible, porque justamente la eficiencia de la perforación es eso.
  
Una luz de esperanza

   El tiempo pasa y la situación se vuelve cada vez más calamitosa para los habitantes del Chaco Salteño: “en verano es peor porque se evapora un centímetro de agua por día en cualquier espejo de agua del Chaco. Es muchísimo para préstamos que solían tener un metro de hondo”, señala el profesor Bowes.
    En un esfuerzo por hacer frente a la situación de gravedad, el pastor Jorge Collet acarrea agua con su auto y abastece a las familias. “Jorge está haciendo una patriada allá porque con su propio auto lleva agua a un emprendimiento que tienen en otro lado los aborígenes, es una cría de ñandúes, porque no hay pozos ahí, no hay forma de extraer el agua. Se secaron todos los pozos. Ahí cerca había un pozo que daba de beber a 100 vacas, se secó y tuvieron que vender todos los animales”, explica Bowes.
   Miguel piensa ir en los primeros días de diciembre a Castelli, mientras tanto, trabaja reponiendo una máquina excavadora donada por una fundación alemana. Debido al mal uso, esta herramienta yacía rota en un rincón. “En este momento estoy trabajando contra reloj, en condiciones muy desventajosas” asevera el buscador de agua. La tarea que le espera va a ser dura, los calores diurnos hacen que la labor sea muy difícil, por esa razón es que él está planteando trabajar de noche. Por otra parte, necesita trabajar con cierta premura porque la carencia de agua no es una suposición con miras al futuro sino que es un problema presente y urgente.
  
   -El intento que vas a hacer ahora es un tanto azaroso…
   -Sí pero Collet se puso en contacto con aborígenes más viejos que conocen la zona adonde había pozos. Ahora, en la zona que vamos a perforar hay un pozo desmoronado desde hace muchos años, y ellos recuerdan que en ese lugar había agua dulce, por eso vamos a perforar en ese lugar específicamente. Ya lo están limpiando porque es en el medio del monte, me están haciendo un camino para entrar y veremos que pasa, si Dios quiere.
  
   -La memoria de los antiguos puede ser primordial…
   -Eso es fundamental y hay que respetarlos porque es una información muy valiosa. Te doy un ejemplo: hay una población ahí cerca, más o menos 120 personas vivieron 12 años sin agua y tenían que acarrearla de un arroyo lejos. Un buen día, para una navidad, me contó esto Jorge (Collet), llegó uno de los paisanos, uno de los aborígenes viejos y se encontró con que no tenían agua y dijo: “¿Cómo y el pozo del naranjo, que pasó?”. Bueno, ese pozo estaba desmoronado y nadie lo conocía. Cavaron en ese lugar y a los 20 metros salió agua dulce. Y lo más curioso es que habían ido muchos especialistas y no habían encontrado agua. Ojo que muchas veces la ciencia no es infalible.

La defensa del agua es soberanía

   En la zona del Chaco Salteño se conjugan años de desinversión estatal, con falta de obras de infraestructura o tareas hechas por la mitad. Por ejemplo, se hizo un entubamiento que parte del Río Bermejito y que va hasta Castelli pero quedó incompleto porque no se hicieron los piletones ni la planta potabilizadora. Miguel agrega otro aspecto para tener en cuenta: “uno de los problemas que veo es que existe la tecnología para encontrar agua dulce o hacer estudios previos, para no desperdiciar tanto esfuerzo y tanto trabajo haciendo perforaciones para después no encontrar agua. Es mucho mejor tener un indicio en donde perforar y que haya un 60 ó 70 % de probabilidades de sacar agua.”

   -Tendría que haber una fuerte inversión del Estado para buscar agua.
   -Lo que pasa es que el Estado no se preocupa en los lugares donde hay 50 ó 60 personas, el Estado se preocupa por donde hay más votos. Ni siquiera en los lugares más poblados le han dado una solución al agua. Porque se necesitan políticas de Estado, son obras faraónicas las que hay que hacer. Uno piensa en una canalización del Río Paraná hacia el Chaco, por ejemplo. Yo pienso que en el futuro alguna vez se hará. Nosotros en la Argentina estamos desperdiciando miles y miles de litros de agua dulce.

   -Las grandes potencias del planeta miran las fuentes acuíferas con especial interés, lo que vos planteas, en definitiva, es la defensa de la soberanía nacional.
   -El agua es soberanía, el acero es soberanía, no es solo nuestra moneda, nuestra bandera y el himno. Yo puedo vivir sin muchas cosas pero sin agua no puedo vivir, además, el agua te da calidad de vida. Si vos no te podés bañar, apenas tenés para tomar, hay lugares en donde no pueden hacer un fideo hervido porque no tienen agua para cocinarlo. No es chiste lo que te estoy contando. Me encontré con una realidad muy grave, y cada vez se va a agravar más.  Estas poblaciones aumentan y no se les está dando ninguna solución definitiva.
   No hay la decisión política de hacer una represa, de bombear agua, son todos parches que no van a alcanzar, en el futuro, a cubrir las necesidades de agua en ese lugar de la Argentina.

   Por otra parte, Miguel nota que en aquella zona del Chaco hubo, durante años, mucha ayuda de diversas ONGs u otras organizaciones humanitarias. “Yo lo que veo que en el Chaco se ha desperdiciado mucho esfuerzo y mucha plata. Las organizaciones internacionales han gastado mucho pero, por supuesto, esos emprendimientos tienen que ser autosustentables en el tiempo porque ninguna organización va a seguir poniendo plata en algo que no resulta. A veces las personas que toman las decisiones importantes no se dan cuenta que se gasta plata en cosas que se podría gastar en otras más necesarias. Una organización hizo un tanque para almacenar agua y les hicieron carretillas a los aborígenes con unas ruedas de 10 centímetros de diámetro, con el fin de acarrear el agua. Cualquiera que haya visitado el Chaco sabe que la tierra y la arena hacen prácticamente imposible la circulación de esas ruedas pequeñas, y estas se hundían haciendo imposible el acarreo. Bueno, hace falta ruedas de por lo menos tres veces más el diámetro. La intención es buena pero está mal llevada a cavo. Son detalles importantes porque de ello depende el éxito o el fracaso del emprendimiento.”
   Por otra parte, las comunidades cuentan con otros medios de transporte que podrían ser más eficaces que las carretillas: “hoy en día, con el tema de las motos, los pueblos aborígenes tienen mucha más libertad. La moto, en esa zona del Chaco, ha sido preponderante en el cambio de vida que la gente pueda llegar a tener, porque es algo que los saca del medio del monte, pueden salir cuando ellos quieran, que antes no se podía. La vida moderna los está ayudando en eso, pero todavía siguen sin agua.”

“Collet se puso en contacto con aborígenes más viejos que conocen la zona adonde había pozos.”



  






  

   

1 comentario:

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    Sra Annabella Deshant
    Estoy particularmente francesa.
    Soy la mujer 36a reconocido en 2012 como prestar especial Francés
    Tribunal de Casación - Sentencias
    Tribunal de Casación
    L. artículo 12.5, párrafo 2, del Código de la expropiación
    No referido al Consejo Constitucional
    Los apartados 3 y 4 del artículo 662 del Código de Procedimiento Penal
    Inadmisible
    Los apartados 3 y 4 del artículo 662 del Código de Procedimiento Penal
    Inadmisible
    Artículo 35c de la Ley de 29 de julio 1881
    No referido al Consejo Constitucional
    Los artículos 222-22, 222-27, 222-28, 222-29, 222-30, 222-29-1 y 222-31 del Código Penal
    No referido al Consejo Constitucional
    Artículo 88 del Código de Procedimiento Penal
    [Sesión de Internet]
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