PAGINA VALDENSE

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domingo, 20 de enero de 2013

Entrevista al teólogo brasileño Rodolfo Gaede Netto:



“Iglesias cuidadas por Dios que cuidan a las personas en la totalidad de los sentidos”

Profesor Rodolfo Gaede Netto.

En el transcurso del taller sobre Fundamentos Bíblico Teológicos sobre la Diaconía, el animador del encuentro, el profesor Rodolfo Gaede Netto se presta a un reportaje en donde expone el núcleo de su perspectiva teológica, elaborando el concepto de “cuidado” como orientación de las prácticas diacónicas.

   -La propuesta que compartís con nosotros es renovadora, en el sentido que el símbolo de la comida nos invita a salirnos de la diaconía tradicional, tan fría, tan institucional, y nos desafía a abrirnos a la realidad concreta que estamos viviendo. ¿Esa es la intención que vos planteas en este encuentro?

   -Sí, mi pesquisa va en la dirección de fundamentar teológicamente, bíblicamente, las prácticas de las comunidades cristianas que busca transformar las vidas de las personas. La diaconía existe por causa de las personas que están al margen de la sociedad, que están excluidas de los recursos vitales, existe para las personas que sufren por algún motivo y hay iglesias a las que les gustaría que esas personas fuesen incluidas.
   Específicamente, el estudio de la comunidad de la mesa de Jesús nos ayuda mucho a percibir cómo es posible incluir en la mesa del pan a personas que tienen ese problema muy real de no tener alimentos suficientes para comer.
   Entonces, esa búsqueda propone la inclusión en la mesa del pan pero no solo eso, también propone la inclusión en la mesa de comunión, en donde las personas son aceptadas a pesar de las diferencias culturales, religiosas, políticas, ideológicas. Un lugar de inclusión en todos los sentidos.

   -En las décadas de los ’60 y ’70 las propuestas de inserción hacia los sectores populares tenía más fuerza en nuestras iglesias, hoy, daría la impresión que ese debate se fue diluyendo, al menos en el Río de la Plata, en parte porque la teología de la liberación entró en cierta crisis, ¿Cómo ves que las iglesias protestantes abordan el trabajo con los sectores más vulnerables? ¿Cuáles son sus estrategias?

   -En la Iglesia Evangélica de Confesión Luterana en Brasil (IECLB) hay una intensa participación en los procesos de liberación; liberación de las poblaciones económicamente excluidas. Pero también la propia teología de la liberación realiza una apertura que trasciende lo económico, la exclusión económica. Para la fase más tardía de la teología de la liberación hay otros modos de exclusión: la exclusión de la mujer, la exclusión del indígena, la exclusión de la persona de origen africana, la persona excluida por razones sexuales. Existen múltiples formas de exclusión y la teología necesita abrirse también a estas formas.
   Por otra parte, percibimos en la IECLB una fase de pos-teología de la liberación. Esta generación que participa de las iglesias no conoce de la teología de la liberación, algunos solo por la lectura pero hay un distanciamiento con la teología de la liberación. Sin embargo, hoy creo que estamos empezando a recuperar la riqueza teológica que tenemos en América Latina, tal vez con un sentido más abierto. En la IECLB hablamos de “cuidado”. No sé si ese concepto es bien claro en español, entendemos que la Iglesia es una iglesia de cuidado. La vida es cuidada por Dios, si no fuese así, sola no existiría. Dios, a través de la obra salvífica de Jesucristo, cuida de la humanidad, de la iglesia; como Creador, Él cuidó y sigue cuidando de sus criaturas. A través del Espíritu Santo Él cuida de las congregaciones cristianas, la comunitariedad de los cristianos dentro de un espíritu de solidaridad.
   Por causa de los cuidados de Dios nos tornamos también en una iglesia que cuida, cuida de los suyos y de los otros. Y ese cuidado se expresa a través de todas las demandas que las personas tienen, todas las carencias que las personas tienen. No sólo de pan, sino también las carencias en el área emocional, psicológica y en el área espiritual.
   Hoy tal vez logremos tener una mirada más integral del ser humano, en donde la espiritualidad es importante, en América Latina tenemos una tradición de religiosidad muy rica, y creo que podemos, como iglesia ir hacia esta dirección: ser iglesias cuidadas por Dios, que cuidan también a las personas en todos los sentidos.

   -En este taller te has vinculado a personas que realizan actividades diacónicas, en el diálogo con ellas, ¿Qué cosas de lo que te han dicho te llamó la atención para la reflexión?

   -Pienso que las personas están muy interesadas y enganchadas en la cuestión social, en la tarea diaconal en las comunidades y en las instituciones, y tuve varios encuentros en donde estas personas muestran la responsabilidad con que llevan adelante las tareas diacónicas de las iglesias. Las personas están preocupadas porque entienden que las iglesias no pueden vivir sin este ministerio, cuidar a las personas. Muchos hermanos y hermanas plantean preguntas profundas sobre como hacer más viable y efectivo el cuidado a las personas, por ejemplo, alguien me contó que realiza un trabajo con personas en situación de calle y estas personas son profundamente carentes en todos los sentidos, son trabajos serios y la preocupación de las personas se centra en tener fundamentos teológicos sólidos para estas iniciativas.
   Son situaciones en donde necesariamente tenemos que buscar la teología de la cruz, una teología que nos muestra a un Dios que ve hacia adentro de la realidad humana, hacia el dolor humano, y es solidario con el ser humano.

(Eduardo Obregón)
  

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