“Iglesias cuidadas por Dios que cuidan a las personas en la totalidad de los sentidos”
Profesor Rodolfo Gaede Netto. |
En el transcurso del taller sobre
Fundamentos Bíblico Teológicos sobre la Diaconía, el animador del encuentro, el
profesor Rodolfo Gaede Netto se presta a un reportaje en donde expone el núcleo
de su perspectiva teológica, elaborando el concepto de “cuidado” como
orientación de las prácticas diacónicas.
-La
propuesta que compartís con nosotros es renovadora, en el sentido que el
símbolo de la comida nos invita a salirnos de la diaconía tradicional, tan
fría, tan institucional, y nos desafía a abrirnos a la realidad concreta que
estamos viviendo. ¿Esa es la intención que vos planteas en este encuentro?
-Sí, mi pesquisa va en la dirección de
fundamentar teológicamente, bíblicamente, las prácticas de las comunidades
cristianas que busca transformar las vidas de las personas. La diaconía existe
por causa de las personas que están al margen de la sociedad, que están
excluidas de los recursos vitales, existe para las personas que sufren por
algún motivo y hay iglesias a las que les gustaría que esas personas fuesen
incluidas.
Específicamente, el estudio de la comunidad
de la mesa de Jesús nos ayuda mucho a percibir cómo es posible incluir en la
mesa del pan a personas que tienen ese problema muy real de no tener alimentos
suficientes para comer.
Entonces, esa búsqueda propone la inclusión
en la mesa del pan pero no solo eso, también propone la inclusión en la mesa de
comunión, en donde las personas son aceptadas a pesar de las diferencias
culturales, religiosas, políticas, ideológicas. Un lugar de inclusión en todos
los sentidos.
-En las
décadas de los ’60 y ’70 las propuestas de inserción hacia los sectores
populares tenía más fuerza en nuestras iglesias, hoy, daría la impresión que
ese debate se fue diluyendo, al menos en el Río de la Plata, en parte porque la
teología de la liberación entró en cierta crisis, ¿Cómo ves que las iglesias
protestantes abordan el trabajo con los sectores más vulnerables? ¿Cuáles son
sus estrategias?
-En la Iglesia Evangélica de Confesión
Luterana en Brasil (IECLB) hay una intensa participación en los procesos de
liberación; liberación de las poblaciones económicamente excluidas. Pero
también la propia teología de la liberación realiza una apertura que trasciende
lo económico, la exclusión económica. Para la fase más tardía de la teología de
la liberación hay otros modos de exclusión: la exclusión de la mujer, la
exclusión del indígena, la exclusión de la persona de origen africana, la
persona excluida por razones sexuales. Existen múltiples formas de exclusión y
la teología necesita abrirse también a estas formas.
Por otra parte, percibimos en la IECLB una
fase de pos-teología de la liberación. Esta generación que participa de las
iglesias no conoce de la teología de la liberación, algunos solo por la lectura
pero hay un distanciamiento con la teología de la liberación. Sin embargo, hoy
creo que estamos empezando a recuperar la riqueza teológica que tenemos en
América Latina, tal vez con un sentido más abierto. En la IECLB hablamos de
“cuidado”. No sé si ese concepto es bien claro en español, entendemos que la
Iglesia es una iglesia de cuidado. La vida es cuidada por Dios, si no fuese
así, sola no existiría. Dios, a través de la obra salvífica de Jesucristo,
cuida de la humanidad, de la iglesia; como Creador, Él cuidó y sigue cuidando
de sus criaturas. A través del Espíritu Santo Él cuida de las congregaciones
cristianas, la comunitariedad de los cristianos dentro de un espíritu de
solidaridad.
Por causa de los cuidados de Dios nos
tornamos también en una iglesia que cuida, cuida de los suyos y de los otros. Y
ese cuidado se expresa a través de todas las demandas que las personas tienen,
todas las carencias que las personas tienen. No sólo de pan, sino también las
carencias en el área emocional, psicológica y en el área espiritual.
Hoy tal vez logremos tener una mirada más
integral del ser humano, en donde la espiritualidad es importante, en América
Latina tenemos una tradición de religiosidad muy rica, y creo que podemos, como
iglesia ir hacia esta dirección: ser iglesias cuidadas por Dios, que cuidan
también a las personas en todos los sentidos.
-En este
taller te has vinculado a personas que realizan actividades diacónicas, en el
diálogo con ellas, ¿Qué cosas de lo que te han dicho te llamó la atención para
la reflexión?
-Pienso que las personas están muy interesadas
y enganchadas en la cuestión social, en la tarea diaconal en las comunidades y
en las instituciones, y tuve varios encuentros en donde estas personas muestran
la responsabilidad con que llevan adelante las tareas diacónicas de las
iglesias. Las personas están preocupadas porque entienden que las iglesias no
pueden vivir sin este ministerio, cuidar a las personas. Muchos hermanos y
hermanas plantean preguntas profundas sobre como hacer más viable y efectivo el
cuidado a las personas, por ejemplo, alguien me contó que realiza un trabajo
con personas en situación de calle y estas personas son profundamente carentes
en todos los sentidos, son trabajos serios y la preocupación de las personas se
centra en tener fundamentos teológicos sólidos para estas iniciativas.
Son situaciones en donde necesariamente
tenemos que buscar la teología de la cruz, una teología que nos muestra a un
Dios que ve hacia adentro de la realidad humana, hacia el dolor humano, y es
solidario con el ser humano.
(Eduardo Obregón)
No hay comentarios:
Publicar un comentario