PAGINA VALDENSE

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martes, 23 de octubre de 2018

Instituciones. Poder. Subjetividades


Análisis desde una perspectiva de género

Para comenzar parece oportuno definir el término institución como lo establecido por los seres hablantes, son el imaginario social que sustenta la vida en sociedad, son las marcas por las que todo ser humano “debe” pasar, la vida de hombres y mujeres se produce en relaciones y sucesos pautados por instituciones.

Se destaca también el término imaginario social que se relaciona con los «sentidos organizadores que sustentan la institución de normas, valores y lenguajes por los cuales una sociedad puede ser visualizada como una totalidad»[i]. Este imaginario social puede ser efectivo (instituido) operando como organizador de sentido de los actos humanos, o puede ser radical (instituyente) siendo la fuerza transformadora, creadora, lo que está por fundarse oponiéndose a lo instituido, una renovación, un proceso de cambio. Entre estas dos hay una práctica llamada «institucionalización» que es mediadora entre la idea instituyente y lo instituido, este proceso es aquel por el cual los aspectos instituyentes se transforman en instituidos, en varias ocasiones este puede no concluir ya que ocurren fenómenos de autodisolución. Los sujetos viven inmersos en instituciones, las portan y al mismo tiempo las producen.

Si hablamos de instituido, instituciones y poder, 
los discursos que surgen se afianzan en las ideas 
tradicionalistas y patriarcales que se han instituido 
y que son hoy parte importante del imaginarios social 
que opera en los sujetos para su accionar cotidiano 
así como fundamento de sus proyectos de vida. 

La gran institución (red) mantenedora de todo lo instituido bajo la forma patriarcal es la familia funcional, conformada por un padre jefe de familia, una madre que cuida del hogar y los hijos e hijas que aprehenden bajo esta forma, satisfaciendo garantías de reproducción funcionales al sistema capitalista. La mujer queda entonces encargada de las tareas de cuidado de la casa, de las hijas e hijos, de los adultos mayores, así como de enseñar los buenos valores que también preservan las tradiciones de la calma y la funcionalidad. Si pensamos en la adopción de otros roles en relación al trabajo remunerado de las mujeres, en un principio permaneció evocado a los cuidados y la enseñanza (maestra, enfermera, cuidados geriátricos y en la infancia). Si bien la mujer amplió su campo laboral, los hombres en su gran mayoría no cubren la brecha que fue dejada por mujeres al iniciarse en otros trabajos no vinculado al cuidado y enseñanzas.
Por otro lado el poder del imaginario social radical, amenaza esta forma de vida ya instituida que ofrece una suerte de paz social basada en desigualdades de género y económicas. 

Lo radical es por eso la esperanza en el cambio, 
es base de toda militancia y por tanto de todas 
las acciones que tienen como objetivo marcar cambios 
sustanciales en lo instituido, la resistencia 
y propuestas alternativas construyen las ideas 
instituyentes que prometen un cambio.

René Lourau, plantea que la institución tiene una función oficial y otra que está dada por pertenecer al sistema social al que debe reproducir. «De modo tal que las instituciones son funcionales en tanto aseguran la supervivencia de la sociedad misma, tienen su origen en el imaginario social y forman una red simbólica, que entrecruza los dos niveles imaginario y funcional»[ii]. Las instituciones tienen entonces un poder enorme sobre las vidas de las personas, los sujetos están atrapados en los entramados institucionales, en una realidad compleja e inabarcable que les construye pero que al mismo tiempo les pone en lugar de constructores. La esperanza se encarna en que la subjetividad siempre está en construcción y por tanto no estamos acabadas, hay fuerzas de cambio, hay preguntas sin respuestas armadas pero sí ensayadas, hay invitaciones para romper con lo instituido por los patriarcas y lugar para sembrar instituyentes.

Agustina Pons


[i] Fernandez,Ana Maria. y .Bressi, J.C.(1993). «Tiempo Histórico y campo grupal» Capítulo: «Del
imaginario social al imaginario grupal». Pág 69
[ii] Protesoni, Ana Luz. y Zufiaurre, Liliana. (2001) Capítulo «La dimensión institucional en el campo
Psicológico» Pág 150

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Artículo publicado en Página Valdense en la edición de Julio 2018

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