Análisis desde
una perspectiva de género
Para comenzar parece oportuno definir el término institución como lo establecido por los seres hablantes, son
el imaginario social que sustenta la vida en sociedad, son las marcas por las
que todo ser humano “debe” pasar, la vida de hombres y mujeres se produce en
relaciones y sucesos pautados por instituciones.
Se destaca también el término imaginario social que se
relaciona con los «sentidos organizadores que sustentan la institución de
normas, valores y lenguajes por los cuales una sociedad puede ser visualizada
como una totalidad»[i].
Este imaginario social puede ser efectivo (instituido) operando como
organizador de sentido de los actos humanos, o puede ser radical (instituyente)
siendo la fuerza transformadora, creadora, lo que está por fundarse oponiéndose
a lo instituido, una renovación, un proceso de cambio. Entre estas dos hay una práctica
llamada «institucionalización» que es mediadora entre la idea instituyente y lo
instituido, este proceso es aquel por el cual los aspectos instituyentes se
transforman en instituidos, en varias ocasiones este puede no concluir ya que
ocurren fenómenos de autodisolución. Los sujetos viven inmersos en
instituciones, las portan y al mismo tiempo las producen.
Si hablamos de instituido, instituciones y poder,
los discursos que surgen se afianzan en las ideas
tradicionalistas y
patriarcales que se han instituido
y que son hoy parte importante del
imaginarios social
que opera en los sujetos para su accionar cotidiano
así como
fundamento de sus proyectos de vida.
La gran institución (red) mantenedora de todo lo instituido bajo la
forma patriarcal es la familia funcional, conformada por un padre jefe de familia,
una madre que cuida del hogar y los hijos e hijas que aprehenden bajo esta
forma, satisfaciendo garantías de reproducción funcionales al sistema
capitalista. La mujer queda entonces encargada de las tareas de cuidado de la
casa, de las hijas e hijos, de los adultos mayores, así como de enseñar los
buenos valores que también preservan las tradiciones de la calma y la
funcionalidad. Si pensamos en la adopción de otros roles en relación al trabajo
remunerado de las mujeres, en un principio permaneció evocado a los cuidados y
la enseñanza (maestra, enfermera, cuidados geriátricos y en la infancia). Si
bien la mujer amplió su campo laboral, los hombres en su gran mayoría no cubren
la brecha que fue dejada por mujeres al iniciarse en otros trabajos no
vinculado al cuidado y enseñanzas.
Por otro lado el poder del imaginario social radical, amenaza esta
forma de vida ya instituida que ofrece una suerte de paz social basada en
desigualdades de género y económicas.
Lo radical es por eso la esperanza en el cambio,
es base de toda militancia y por tanto de todas
las acciones que tienen como
objetivo marcar cambios
sustanciales en lo instituido, la resistencia
y
propuestas alternativas construyen las ideas
instituyentes que prometen un
cambio.
René Lourau, plantea que la institución tiene una función oficial y
otra que está dada por pertenecer al sistema social al que debe reproducir. «De
modo tal que las instituciones son funcionales en tanto aseguran la
supervivencia de la sociedad misma, tienen su origen en el imaginario social y
forman una red simbólica, que entrecruza los dos niveles imaginario y funcional»[ii].
Las instituciones tienen entonces un poder enorme sobre las vidas de las
personas, los sujetos están atrapados en los entramados institucionales, en una
realidad compleja e inabarcable que les construye pero que al mismo tiempo les
pone en lugar de constructores. La esperanza se encarna en que la subjetividad
siempre está en construcción y por tanto no estamos acabadas, hay fuerzas de
cambio, hay preguntas sin respuestas armadas pero sí ensayadas, hay
invitaciones para romper con lo instituido por los patriarcas y lugar para
sembrar instituyentes.
Agustina Pons
imaginario social al imaginario grupal». Pág 69
[ii] Protesoni, Ana Luz. y Zufiaurre, Liliana. (2001) Capítulo «La dimensión institucional en el campo
Psicológico»
Pág 150
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Artículo publicado en Página Valdense en la edición de Julio 2018
Artículo publicado en Página Valdense en la edición de Julio 2018